Quejas quejas quejas...
Hemos ido colocando aquí algunas opiniones, las que nos han ido llegando, sobre las kdds, concretamente sobre el último Mad.Bear. No digo que no tengan razón, o razones, para hacerlas. Pero ahora estaba hablando un rato con la Hermana Bastarda de Lisa Simpson, (a ver si la convenzo de que vuelva a escribir, por cierto...) y comentábamos algunas cosas que tampoco es que sean achacables a una kdd... Porque son mucho más generales.
Por ejemplo, el tema del dinero que te cobran por entrar en una fiesta. Obviamente, hay que pagar alquiler, infraestructura, hay gente que trabaja en la organización, en las barras, el dj, todo esto tiene un precio. Y no es barato. Fijaos en los bares convencionales, a qué precio tienen las copas, seguro que más de uno recuerda ahora mismo ese bar al que suele ir, al que va siempre porque es el "de osos" pero que tampoco es una maravilla, y donde tampoco te regalan nada precisamente. Conozco lugares a los que seguimos yendo muchos osos en los que te clavan una pasta por la entrada y una consumición, te tratan como a perros, lo tienen todo asqueroso y sucio y... seguimos yendo.
No digo que eso esté bien, qué leches... pero que muy pocas veces ejercemos la más mínima presión para que las cosas no sean así. Somos consumidores muy cautivos: el mundo osuno, que vive y frecuenta determinados garitos, pero no otros, es un público muy fiel, demasiado acrítico, comulgamos, de hecho, con ruedas de molino y seguimos pagando sin decir ni mú. Solamente, cuando llegan las kdds, cuando sucede que hay gente que se anima a montar estas fiestas, es cuando nos sentimos con más libertad de criticarlo.
Aunque tengamos razón en esas críticas, ¿no es algo injusto lo que hacemos? ¿por qué no dirigir nuestras críticas a los que durante todo el año simplemente viven de/con nuestro dinero, a los que les perdonamos todo? ¿por qué hacerlo sólo en las kdds?
No sé, quizá tampoco somos tantos, quizá seguimos pensando que la buena voluntad rige el mundo. Pero igual va siendo hora de ponernos un poco más concienciados de nuestros derechos, y comenzar a ejercerlos.
Otro día, igual, hablamos de follar y sexo y eso :-)
Saludos
un oso en la cueva