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Un oso en la cueva
sábado, diciembre 28, 2002
 
De todas formas...

En el rollo anterior olvidé desear felices fiestas a quienes las celebren, sea en su versión mística, en su faceta familiar o quienes las hayan, afortunados ellos, convertido en momentos de pasarlo bien por encima de todo. Que es lo que importa.

 

 
Demasiado tiempo

El anterior post que amablemente nos ha enviado Sor Cavidad me ha hecho recordar que llevamos, por aquí, demasiado tiempo sin decir ni mú. Y no es bueno, porque ciertamente en el mundo -y en concreto en el mundo de los osos- no han dejado de pasar cosas.

Igual es que el chapapote gallego nos ha dejado demasiado oscuros los ánimos, que había que dar caña por otros sitios y que, ante una vergüenza nacional, ecológica, económica, social y sobre todo política, esto de la cuestión osuna quedaba en segundo plano. Cierto es que, personalmente, hemos estado dedicados más a otros afanes, pero no por ello dejaba de seguir siendo necesario aparecer de vez en cuando por aquí.

No ha sido así, demasiado trabajo o demasiada vagancia han convertido en meses el espacio de silencio. Ahora lo rompemos un poco.

Y, acaso, sólo porque dentro de unos días nos vamos a encontrar con un año nuevo. Una agenda llena de huecos que iremos llenando, de la mejor manera que nos sea posible, o que sepamos. El tiempo de hacer deseos, promesas, de imaginar que será posible mejorar en aquello que no está bien. O no.

Estos días, antes de irme con unos amigos a pasar la nochevieja en Gallocanta, prometo escribir algunas cosillas. Ay... cómo me gustaría que la hermana bastarda de Lisa Simpson se animara a ayudarme en la tarea. Creo, eso sí, que va a estar con nosotros y con las grullas en esas tierras de la cuenca endorréica entre Zaragoza y Teruel, y si le convenzo de que deje un rato de dedicarse al sexo (su mayor pasión, pero no afortunadamente la única, también en eso coincidimos...), conseguiremos ir montando un diario imposible. O algo que se le parezca.

Mientras tanto, lanzo una provocación: ¿queremos que 2003 sea una vez más un año lleno de homofobia en todas las instancias públicas? ¿permitiremos que esos capullos del PP sigan haciendo política dirigida desde sus confesionaros opusinos y cristilegionarios para jodernos la vida? ¿dejaremos, como siempre, que imbéciles con verdadera obsesión con el sexo, pervertidos como los obispos sigan ahí tan campantes, pretendiendo vendernos que lo que ellas (ellos, vaya) dicen es lo "moral" y lo demás es basura? ¿nos quedaremos contentos con juntarnos unas cuantas veces a lucir los cuerpos más o menos gloriosos en las quedadas dejando, un año más, pendiente el tema de empezar a montar la bronca, de conseguir una presencia social que, simplemente, nos es negada? Ay... cuántas preguntas, guapetones....
 

 
Sólo un deseo...

Son las 2:30 horas de la noche de Nochebuena al día de Navidad....y después de haber cenado con la familia, después de haber echado de menos a mi niño (en su pueblo con su familia) escucho un disco de villancicos (me gusta coleccionarlos) y me emociono. Sólo quería compartirlo con vosotros....el cantante se llama Michaell Crawford y el disco "A Christmas album" (originales que son los ingleses).

Una de las canciones que más me gusta habla de una madre que escucha a su hija en nochebuena pedirle a Papá Noel unos lazos escarlatas ("scarlet ribbons") para ella...y cómo la madre, por agradar a su hija , sale a buscarlos esa misma noche y se encuentra todas las tiendas cerradas.......y como, para sorpresa de todos, en la mañana de Navidad aparecen esos lazos bajo el árbol.

Creo en el poder del ser humano por encima de todo... os deseo lo mejor para este año que entra.

Sor Cavidad
 

domingo, diciembre 01, 2002
 
P.C.P.

Lo he oído esta tarde en la radio: un experto, director de un curso para actores de cine porno comentaba que los consumidores de vídeo porno son de dos tipos: el primero, uno que con su pareja o amigos, de vez en cuando, ven una peli porno como para entonarse, o parte de la cosa social; el segundo es el P.C.P., es decir, el pornógrafo compulsivo pajillero para quien el vídeo porno es ocasión masturbatoria. Lo más sorprendente del caso es que todo esto lo comentaba, tal cual se lo cuento, en Radio Nacional. Vamos, que es una grata sorpresa porque últimamente los medios de comunicación del PP andan de un mojigato que te cagas.

Pues nada, aquí mismo me declaro P.C.P., también veo vídeos "socialmente", unas como preámbulo de otras historias, algunas otras simplemente como diversión. Pero, desde luego, el uso pajillero no es nunca desdeñable.

Un Oso en la cueva
 

Comentarios, historias y desventuras de un oso - un oso es un hombre gay a veces peludo, otras fornido o gordo, un maricón nada preocupado por parecerse al chico danone, más bien todo lo contrario

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