Un oso en la cueva
sábado, diciembre 13, 2003
Mi primera Quedada
Nota: nos escribe Nemo35 y nosotras lo ponemos aquí...
Perdona, no se si es el sitio más adecuado para postear este mensaje, he visto que aqui hablas sobre historias del 'mundo oso' y me ha parecido pertinente enviártelo. si quieres lo publicas y si no pues nada. Es mi visión sobre las famosas 'kedadas' en concreto sobre el reciente 'madbear'. Lo siento, tenía que contarlo o reviento... jejeje Un abrazo
- - -
Por fin. Ya he asistido a mi primera quedada de osos. Realmente tenía curiosidad, la gente me hablaba maravillas de esas reuniones con cientos de hombres fornidos compartiendo charla, juerga y sexo. El viernes me voy hasta Madrid (400 kilómetros) y llamo a mis amigos. Nos ponemos bien guapos y nos vamos a la sala Copelia. A la entrada el primer susto: 15 euros. La gente parece haber olvidado lo que eso significa en pesetas. Bueno pensé, supongo que por ese precio debe de ser un evento inolvidable. Que iluso. De entrada algunos porteros y camareros cofunden la masculinidad con la mala leche. Una vez dentro me quedé atónito: a pesar de haber pagado por entrar en un palacio, aquello no era ni tan siquiera una discoteca sino un trozo de ella. Un pequeño reducto con cientos de hombres hacinados, sudando de puro agobio y donde apenas podías moverte y ni mucho menos hablar. Tuvimos que marcharnos a un sitio donde el oxigeno no estuviera racionado. A eso de las 7 de la mañana nos acordamos de la 'BEAR SEX PARTY'. Con ese nombre tan sugerente y las copillas que llevábamos encima sonaba de lo más apetecible. A la entrada nueva sorpresa: 17 euros (¡Eso son 3.000 pelas!) por entrar a un garito oscuro donde nuevamente el portero te mira con mala ostia (sonreír debe de ser cosa de maricones y aquí somos todos muy machos), te recoge la pasta y te da acceso a un garito oscuro con algún que otro 'BEAR' despistado (como nosotros ), poco o nada de 'SEX' y por supuesto nada de 'PARTY'
Al día siguiente (no aprendo) me voy a la sala Aire. Al menos allí estaba uno mas ancho, la discoteca era toda para los osos. A estas alturas de la película me pareció un lujo. Nos vamos a dejar las chaquetas y tras quince minutos (de reloj) esperando nos atienden. Al rato decidimos que vamos demasiado formales y decidimos quitarnos las camisas, volvemos al ropero para dejarlas y tras otros quince minutos (medidos) nos dicen que no se puede, que el ropero esta completo (¿tal vez alguien nos podría haber avisado antes de hacer la cola?¿tal vez se podrían dejar las camisas en nuestra misma percha? NO) No nos desanimamos y nos unimos a la fiesta osuna a base de copas. Por fin estaba en Madrid rodeado de osos, los mas guapos de toda España y parte del extranjero... y bien claro que lo tienen.
Ahora resulta que los osos han ascendido a un estatus semidivino del cual queda mal bajarse. Por supuesto sonreír sigue siendo cosa de maricones y de follar ni hablamos, por lo menos no antes de las 7 de la mañana. ¿Donde esta el rollito gregario y el colegueo del que tanto me habían hablado? ¿Dónde esta el compañerismo y el buen rollo? ¿Donde el conocer gente?. Me gustaría saber en qué momento de la película nos hemos convertido en top models peludos y nos hemos vuelto cien veces más estirados que nuestros amigos 'locazas'. Tanto criticar las licras y los modelitos de los bares de ambiente para pasar a estar todos uniformados y subidos en nuestros pedestales. De vedad, que pena.
Pero lo peor estaba por venir. A eso de las 7 cierran la disco y llega la odisea de recoger la cazadora. CUARENTA MINUTOS (de reloj). Cuarenta minutos en estado normal es mucho, pero cuando encima vas medio pedo (eran las 7 de la mañana) puede ser un verdadero infierno. Pues allí aguantaron todos los machotes estoicamente hasta que les llego el turno pero nadie dijo ni pío. A pesar de haber pagado religiosamente los 15 euros de la entrada mas el euro de la chaqueta y el rosario de copas. Total como es una kedada de osos... todo vale.
Que me perdonen que no me quedara el domingo a ver la eleccion de Mr. Oso, pero ya esta bien, me parece todo un sacacuartos y una tomadura de pelo increíble. Lo que supuestamente era un movimiento alternativo, normalizador, reivindicativo, etc. Se ha convertido en todo lo contrario. Todos estereotipados, uniformados como clones soltando pasta por todos lados. Mercantilismo puro y duro. Lo cual no es que esté mal, tampoco soy tan ingenuo, cada uno se busca las habichuelas como puede, pero no entiendo como somos tan exigentes en un restaurante o en una tienda (por ejemplo) y sin embargo en un bar de ambiente nos tragamos cualquier precio, cualquier servicio y cualquier trato.
Menos mal que de camino a casa paré en un área de servicio y pegué un polvo estupendo con un camionero. Un tío normal y corriente que no necesita llevar una camisa de cuadros o una gorra que ponga BEAR o poner cara de mala leche para sentirse un hombre. Y encima gratis.
- - -
Hasta aquí el crudo y real testimonio, que hemos transcrito tal cual y sin corregir la ortografía... Por cierto, dije antes "nosotras"? No sé que qué estaría pensando este oso en la cueva. Igual es que como desde hace tiempo decidió que prefería ir a Madrid en cualquier fin de semana, o entre semana mejor, fuera de los tiempos oficiales de la quedada, pues anda uno despistado.
Imagino que como la kedada fue multitudinaria habrá muchas otras opiniones, otras historias que se pueden -y se deben- contar. He ido a muchísimas quedadas, una tiene un currículo... (huy, ¿dije "una"?¿Será grave, doctor?) y siempre he encontrado gente que se queja de los mogollones, de los precios, de lo poco que se folla y de la invasión de los ZaraBears, la moda "oso" que más gusta al hombre en desfile en exclusiva en su quedada amiga. Y cosas de esas. Pero luego la gente sigue yendo, así que algo tendrán.
Este podría ser un tema interesante para tratar un día con más tiempo. ¿Hacia dónde van las kedadas? ¿Se quedarán ya simplemente como fiestas comerciales? ¿Qué pasa con el movimiento osuno, si es que lo hay? Poco a poco vamos viendo cómo paralelamente a las grandes fiestas de Barcelona y Madrid (Sevilla y más aún Zaragoza conservan aún una dimensión más manejable), están apareciendo reuniones no tan multitudinarias, más con otros objetivos que pasar la noche sudando en un club. ¿Se folla en estas miniquedadas? ¿Aparecerá de una vez eso del turismo osuno: un fin de semana en casa rurale, días en una playa, cosillas de esas de las que oímos cada vez más -y en las que hemos participado muy a gusto- en las cuales se junta gente con ganas de conocerse, de pasárselo bien y, si sale, o cuando salga, de follar, que es al fin y al cabo una forma de conocerse y pasárselo bien, con lo que en lo mismo estamos?
En fin, que me enrollo. Gracias, Nemo35, por tus comentarios. Esto no es un foro, es una bitácora o weblog de, por y para osos. Pero estaremos encantados de seguir el debate que nos ha propuesto con su testimonio nuestra amiga lectora. Nooo... ¿dije "amiga lectora"? ¡POR FAVOR! Esto va a parecer un sitio de maricones!!!
Saludos y perdón por la tontería. Es que es sábado...
Un oso en la cueva
Nota: nos escribe Nemo35 y nosotras lo ponemos aquí...
Perdona, no se si es el sitio más adecuado para postear este mensaje, he visto que aqui hablas sobre historias del 'mundo oso' y me ha parecido pertinente enviártelo. si quieres lo publicas y si no pues nada. Es mi visión sobre las famosas 'kedadas' en concreto sobre el reciente 'madbear'. Lo siento, tenía que contarlo o reviento... jejeje Un abrazo
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Por fin. Ya he asistido a mi primera quedada de osos. Realmente tenía curiosidad, la gente me hablaba maravillas de esas reuniones con cientos de hombres fornidos compartiendo charla, juerga y sexo. El viernes me voy hasta Madrid (400 kilómetros) y llamo a mis amigos. Nos ponemos bien guapos y nos vamos a la sala Copelia. A la entrada el primer susto: 15 euros. La gente parece haber olvidado lo que eso significa en pesetas. Bueno pensé, supongo que por ese precio debe de ser un evento inolvidable. Que iluso. De entrada algunos porteros y camareros cofunden la masculinidad con la mala leche. Una vez dentro me quedé atónito: a pesar de haber pagado por entrar en un palacio, aquello no era ni tan siquiera una discoteca sino un trozo de ella. Un pequeño reducto con cientos de hombres hacinados, sudando de puro agobio y donde apenas podías moverte y ni mucho menos hablar. Tuvimos que marcharnos a un sitio donde el oxigeno no estuviera racionado. A eso de las 7 de la mañana nos acordamos de la 'BEAR SEX PARTY'. Con ese nombre tan sugerente y las copillas que llevábamos encima sonaba de lo más apetecible. A la entrada nueva sorpresa: 17 euros (¡Eso son 3.000 pelas!) por entrar a un garito oscuro donde nuevamente el portero te mira con mala ostia (sonreír debe de ser cosa de maricones y aquí somos todos muy machos), te recoge la pasta y te da acceso a un garito oscuro con algún que otro 'BEAR' despistado (como nosotros ), poco o nada de 'SEX' y por supuesto nada de 'PARTY'
Al día siguiente (no aprendo) me voy a la sala Aire. Al menos allí estaba uno mas ancho, la discoteca era toda para los osos. A estas alturas de la película me pareció un lujo. Nos vamos a dejar las chaquetas y tras quince minutos (de reloj) esperando nos atienden. Al rato decidimos que vamos demasiado formales y decidimos quitarnos las camisas, volvemos al ropero para dejarlas y tras otros quince minutos (medidos) nos dicen que no se puede, que el ropero esta completo (¿tal vez alguien nos podría haber avisado antes de hacer la cola?¿tal vez se podrían dejar las camisas en nuestra misma percha? NO) No nos desanimamos y nos unimos a la fiesta osuna a base de copas. Por fin estaba en Madrid rodeado de osos, los mas guapos de toda España y parte del extranjero... y bien claro que lo tienen.
Ahora resulta que los osos han ascendido a un estatus semidivino del cual queda mal bajarse. Por supuesto sonreír sigue siendo cosa de maricones y de follar ni hablamos, por lo menos no antes de las 7 de la mañana. ¿Donde esta el rollito gregario y el colegueo del que tanto me habían hablado? ¿Dónde esta el compañerismo y el buen rollo? ¿Donde el conocer gente?. Me gustaría saber en qué momento de la película nos hemos convertido en top models peludos y nos hemos vuelto cien veces más estirados que nuestros amigos 'locazas'. Tanto criticar las licras y los modelitos de los bares de ambiente para pasar a estar todos uniformados y subidos en nuestros pedestales. De vedad, que pena.
Pero lo peor estaba por venir. A eso de las 7 cierran la disco y llega la odisea de recoger la cazadora. CUARENTA MINUTOS (de reloj). Cuarenta minutos en estado normal es mucho, pero cuando encima vas medio pedo (eran las 7 de la mañana) puede ser un verdadero infierno. Pues allí aguantaron todos los machotes estoicamente hasta que les llego el turno pero nadie dijo ni pío. A pesar de haber pagado religiosamente los 15 euros de la entrada mas el euro de la chaqueta y el rosario de copas. Total como es una kedada de osos... todo vale.
Que me perdonen que no me quedara el domingo a ver la eleccion de Mr. Oso, pero ya esta bien, me parece todo un sacacuartos y una tomadura de pelo increíble. Lo que supuestamente era un movimiento alternativo, normalizador, reivindicativo, etc. Se ha convertido en todo lo contrario. Todos estereotipados, uniformados como clones soltando pasta por todos lados. Mercantilismo puro y duro. Lo cual no es que esté mal, tampoco soy tan ingenuo, cada uno se busca las habichuelas como puede, pero no entiendo como somos tan exigentes en un restaurante o en una tienda (por ejemplo) y sin embargo en un bar de ambiente nos tragamos cualquier precio, cualquier servicio y cualquier trato.
Menos mal que de camino a casa paré en un área de servicio y pegué un polvo estupendo con un camionero. Un tío normal y corriente que no necesita llevar una camisa de cuadros o una gorra que ponga BEAR o poner cara de mala leche para sentirse un hombre. Y encima gratis.
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Hasta aquí el crudo y real testimonio, que hemos transcrito tal cual y sin corregir la ortografía... Por cierto, dije antes "nosotras"? No sé que qué estaría pensando este oso en la cueva. Igual es que como desde hace tiempo decidió que prefería ir a Madrid en cualquier fin de semana, o entre semana mejor, fuera de los tiempos oficiales de la quedada, pues anda uno despistado.
Imagino que como la kedada fue multitudinaria habrá muchas otras opiniones, otras historias que se pueden -y se deben- contar. He ido a muchísimas quedadas, una tiene un currículo... (huy, ¿dije "una"?¿Será grave, doctor?) y siempre he encontrado gente que se queja de los mogollones, de los precios, de lo poco que se folla y de la invasión de los ZaraBears, la moda "oso" que más gusta al hombre en desfile en exclusiva en su quedada amiga. Y cosas de esas. Pero luego la gente sigue yendo, así que algo tendrán.
Este podría ser un tema interesante para tratar un día con más tiempo. ¿Hacia dónde van las kedadas? ¿Se quedarán ya simplemente como fiestas comerciales? ¿Qué pasa con el movimiento osuno, si es que lo hay? Poco a poco vamos viendo cómo paralelamente a las grandes fiestas de Barcelona y Madrid (Sevilla y más aún Zaragoza conservan aún una dimensión más manejable), están apareciendo reuniones no tan multitudinarias, más con otros objetivos que pasar la noche sudando en un club. ¿Se folla en estas miniquedadas? ¿Aparecerá de una vez eso del turismo osuno: un fin de semana en casa rurale, días en una playa, cosillas de esas de las que oímos cada vez más -y en las que hemos participado muy a gusto- en las cuales se junta gente con ganas de conocerse, de pasárselo bien y, si sale, o cuando salga, de follar, que es al fin y al cabo una forma de conocerse y pasárselo bien, con lo que en lo mismo estamos?
En fin, que me enrollo. Gracias, Nemo35, por tus comentarios. Esto no es un foro, es una bitácora o weblog de, por y para osos. Pero estaremos encantados de seguir el debate que nos ha propuesto con su testimonio nuestra amiga lectora. Nooo... ¿dije "amiga lectora"? ¡POR FAVOR! Esto va a parecer un sitio de maricones!!!
Saludos y perdón por la tontería. Es que es sábado...
Un oso en la cueva
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