Un oso en la cueva
sábado, noviembre 23, 2002
Mi corazón tiene más de cuatro cavidades, y el resto de mi cuerpo, ¡no veas!
Desde que empecé en esto del pendoneo y lo hice a la precoz edad de 12 años siempre tuve clara una cosa: me gusta follar con mis amigos. Al contrario de otra mucha gente que cuando entabla amistad con alguien ya deja de verlo como posible compañero sexual a mí me sucede lo opuesto: cuanto más amigo soy de una persona más me apetece follar con ella. Con esto no quiero decir que me folle a todos los conocidos, ni que me haya follado a todos mis amigos, pero si es verdad que la amistad no es un obstaculo para mí a la hora de mantener una relación sexual con alguien, más bien un incentivo. Es más, casi nunca disfruto plenamente el primer polvo, solamente a la segunda o tercera ocasión es cuando empiezas a conocer el cuerpo del otro y a poder dar y recibir todo lo que se merece.
No todo el mundo acepta esta forma mía de ver las cosas. Evidentemente tengo amigos del otro grupo, ésos que como ya soy amigo ya no quieren follar comigo y por supuesto tengo amigos que no me seducen nada (físicamente digo, si no me sedujesen algo psiquicamente no serían amigos míos) o que son heteros (aunque alguno ha caído alguna vez) y/o mujeres (aunque alguna ha caído alguna vez también jajaja). Ahora bien, qué mejor cosa que recibir la visita de un par de ositos, de los de toda la vida, con los que te encuentras comodo dentro y fuera de la cama, con los que puedes ir a cenar fuera o deleitarlos con tus especialidades culinarias, con los que se puede hablar de lo divino y de lo humano, y con los que, además, puedes echarte un polvazo de los de antología. Son los mejores polvos y no los cambio por un desconocido por muy bueno que esté (bueno si está muy muy bueno se puede probar también juajua).
Y es que por los amiguetes no siento "amor" pero si un cariño infinito y como decía la copla: "ni se compra ni se vende el cariño verdadero". Y mira que se discute lo del sexo con o sin amor, y nunca se habla de sexo con o sin cariño que no es lo mismo pero es igual (que diría Silvio Rodríguez). Vale, no estoy enamorado de mis amigos, pero los quiero, y si los quiero ¿por que no puedo hacer el amor con ellos? ¿o debería decir: hacer el cariño con ellos? en cualquier caso me encanta hacer sexo con ellos. Y lo bueno que tiene eso del cariño es que no importa que se lo tengas a muchos. No queda bien estar enamorado de varios, pero le puedes tener cariño a un montón de gente. Si lo pienso en serio creo que siempre he hecho el amor con cariño, aunque sólo fuese una vez, y es que en mi corazón realmente hay sitio de sobra.
La hermana bastarda de Lisa Simpson
Desde que empecé en esto del pendoneo y lo hice a la precoz edad de 12 años siempre tuve clara una cosa: me gusta follar con mis amigos. Al contrario de otra mucha gente que cuando entabla amistad con alguien ya deja de verlo como posible compañero sexual a mí me sucede lo opuesto: cuanto más amigo soy de una persona más me apetece follar con ella. Con esto no quiero decir que me folle a todos los conocidos, ni que me haya follado a todos mis amigos, pero si es verdad que la amistad no es un obstaculo para mí a la hora de mantener una relación sexual con alguien, más bien un incentivo. Es más, casi nunca disfruto plenamente el primer polvo, solamente a la segunda o tercera ocasión es cuando empiezas a conocer el cuerpo del otro y a poder dar y recibir todo lo que se merece.
No todo el mundo acepta esta forma mía de ver las cosas. Evidentemente tengo amigos del otro grupo, ésos que como ya soy amigo ya no quieren follar comigo y por supuesto tengo amigos que no me seducen nada (físicamente digo, si no me sedujesen algo psiquicamente no serían amigos míos) o que son heteros (aunque alguno ha caído alguna vez) y/o mujeres (aunque alguna ha caído alguna vez también jajaja). Ahora bien, qué mejor cosa que recibir la visita de un par de ositos, de los de toda la vida, con los que te encuentras comodo dentro y fuera de la cama, con los que puedes ir a cenar fuera o deleitarlos con tus especialidades culinarias, con los que se puede hablar de lo divino y de lo humano, y con los que, además, puedes echarte un polvazo de los de antología. Son los mejores polvos y no los cambio por un desconocido por muy bueno que esté (bueno si está muy muy bueno se puede probar también juajua).
Y es que por los amiguetes no siento "amor" pero si un cariño infinito y como decía la copla: "ni se compra ni se vende el cariño verdadero". Y mira que se discute lo del sexo con o sin amor, y nunca se habla de sexo con o sin cariño que no es lo mismo pero es igual (que diría Silvio Rodríguez). Vale, no estoy enamorado de mis amigos, pero los quiero, y si los quiero ¿por que no puedo hacer el amor con ellos? ¿o debería decir: hacer el cariño con ellos? en cualquier caso me encanta hacer sexo con ellos. Y lo bueno que tiene eso del cariño es que no importa que se lo tengas a muchos. No queda bien estar enamorado de varios, pero le puedes tener cariño a un montón de gente. Si lo pienso en serio creo que siempre he hecho el amor con cariño, aunque sólo fuese una vez, y es que en mi corazón realmente hay sitio de sobra.
La hermana bastarda de Lisa Simpson
Comments:
Publicar un comentario
