.comment-link {margin-left:.6em;} <$BlogRSDURL$>

Un oso en la cueva
sábado, noviembre 23, 2002
 
Love, Affection & Sex

La anterior entrada en esta bitácora de la hermana bastarda de Lisa Simpson me ha hecho reflexionar un poco sobre el tema del cariño, la amistad, esa forma de amar que tenemos entre los humanos, que los ingleses llaman "affection", aunque a veces también "love". En castellano separamos más el cariño del amor, o lo relacionamos con una especie de gradación del compromiso y la entrega, acaso de la compasión humana. Somos más bien complicados. Recordaba mi Hermana aquella copla que decía "el cariño verdadero ni se compra ni se vende". Un amigo completaba "...sólo se transforma". Como la energía. Al fin y al cabo el cariño es una especie de fuel (perdón por hablar de fuel en estos días de marea negra) que mueve las acciones humanas...

Ya me he ido por los cerros de Úbeda. Si es que siempre me pasa.

Coincido completamente con LHBDLS (o sea, la hermana bastarda de Lisa Simpson... a ver si un día tiene el detalle de darnos su nombre de pila y me ahorro este acrónimo imposible de pronunciar): el sexo con buenos amigos tiene un aquél especial. Sobre todo cuando te vuelves a encontrar con él cuando hacía un tiempo que no lo veías. Es como llegar a casa, y tenerlo todo. O sea, poder disfrutar de todo. La amistad es, puede ser, eso: muchos espacios de interacción en los que disfrutamos dos (o más) personas. Y el sexo es uno de esos espacios, uno muy jugoso, muy entretenido, a veces completamente necesario. Separarlo, o evitarlo me parece un poco estúpido.

Conozco buenos amigos que, sin embargo, se establecen una estanqueidad en sus emociones, en sus afectos, enorme. Pueden follar con uno, pero no con sus amigos. Con ello, a menudo sucede que si han follado con alguien y luego se van haciendo amigos, el sexo desaparece: el amigo "con derecho a roce" para a ser como una "hermana", y el sexo visto algo sí como un incesto. Tabú, vaya. Un buen amigo sólo folla a gusto la primera vez, luego ya no siente lo mismo. Así que anda el pobre como loco de cuarto oscuro en cuarto oscuro, buscando siempre una nueva experiencia y evitando comunicarse con el otro tío, acabar conociéndole porque eso significa, irremediablemente, que el morbo de hacérselo con él desaparece por completo. Así le va, claro... A mí, ciertamente, me pasa un poco lo contrario. Como a LHBDLS. Y eso no quiere decir que no disfrute con amores más o menos mercenarios, esos encuentros casuales e inesperados o follando en las saunas. Todo lo contrario. De hecho, intento -uno es así- ir haciendo también de esos encuentros un momento para concer algo más de la persona, charlar, hablar de cosas. No siempre es posible: muy a menudo uno se encuentra con gente de esa que al final a lo más te soltarían eso de "su tabaco, gracias". Creo que ya hablé del asunto por aquí.

De hecho, así pensando un poco sobre el tema, me doy cuenta de que hay amigos con los que me encantaría tener encuentros sexuales continuamente. Y en grupo... Que, por una razón u otra, no sucede algo así. Quiero creerme que esas veces todos nos quedamos pensando en qué bien habría estado que sucediera ese destello que nos habría lanzado uno contra otro (unos contra otros, podría ser) a comernos y a follarnos de arriba abajo. Alguna vez me ha pasado, y siempre ha sido maravilloso.

También me ha pasado que, con el tiempo, con otros amigos ya no hay manera de follar. Algo ha sucedido (esa conversión en "hermana", de alguna manera, se ha operado) y ya no hay el morbo que nos haría lanzarnos etc etc. Qué pena, suelo pensar. ¿Por qué habrá sido? En el fondo, me temo, lo que pasa es que aquella vez o primeras veces en que follamos no deberíamos haberlo hecho, o la cosa no fue como podría haber sido o como cada uno de los dos esperábamos. Y sin decírnoslo, porque somos amigos, para no herirnos (son suposiciones, es difícil hacer introspección de estos temas), hemos aparcado el capítulo del sexo. Y hemos mantenido el de la amistad.

Vamos, que hay de todo, como en botica. Como siempre pasa en las relaciones humanas.

 

Comments: Publicar un comentario


Comentarios, historias y desventuras de un oso - un oso es un hombre gay a veces peludo, otras fornido o gordo, un maricón nada preocupado por parecerse al chico danone, más bien todo lo contrario

ARCHIVOS
agosto 2002
septiembre 2002
octubre 2002
noviembre 2002
diciembre 2002
enero 2003
febrero 2003
abril 2003
mayo 2003
septiembre 2003
octubre 2003
noviembre 2003
diciembre 2003
enero 2004
febrero 2004
marzo 2004
abril 2004
mayo 2004
agosto 2004
septiembre 2004
diciembre 2004
enero 2005
junio 2005
agosto 2005
septiembre 2005
octubre 2005
mayo 2006
junio 2006
marzo 2007
septiembre 2007


Powered by Blogger