Es la guerra
O deberíamos comenzar a considerarlo como si lo fuera. El gobierno del PSOE se ha empeñado en tener listo para comienzos del año que viene el matrimonio homosexual (gay, lesbiana, etc...). Y la Iglesia Católica no lo va a permitir tan fácilmente.
En TVE, el pasado lunes, el portavoz de la Conferencia Episcopal lo decía bien claro, que de nada vale la decisión de un parlamento si se ataca a la familia. Vamos, el tío decía tan a las claras como impunemente que una decisión democrática se la pasan por el forro de las sotanas y todo tan tranquilo. A cualquiera, por mucho menos, lo lapidan vivo los tertulianos de la Cope. Claro que en esto no, los de la Cope están la mar de felices con la beligerancia de la Confe.
Juan Antonio Martínez Camino, así se llama el pollo, se puso coplero al decir que lo del matrimonio homosexual es como "la falsa moneda". Una pena que no fuera de sotana, porque se podría haber levantado en la mesa y ponerse a cantar
...que de mano en mano vaaaa
y ninguno se la queaaaaa
en plan folklórica, que le pega mucho... Pero no, eso es lo que dijo: una falsa moneda, y un virus. Un atentado contra la sociedad y la familia. Y dijo que ellos no van a tolerarlo. Ni a callarse.
Pues bien: nosotros tampoco podemos quedarnos sentados sin apoyar
en alto la iniciativa parlamentaria. Que lo sepan los católicos: esa es la opinión de su Iglesia y no sé qué hacen en ella, o más bien entonces no sé qué hacen por aquí. Vaya panda de vendidos, impostores, hipócritas e hijoputas (en el mal sentido de la palabra, esto es, el insulto más vil que se merecen).
Es la guerra. A por los católicos. A por los que dejan su dinero a esa organización que atenta contra los derechos de los ciudadanos. Con todo respeto a su integridad, y a su derecho de expresión. Pero sin piedad ante el atentado a las libertades que pretenden. Hay que denunciarlo. Como hay que denunciar su falta de respeto ante las mujeres y ante tantos otros colectivos que sufren carencia de los derechos de los demás ciudadanos.
La cosa está como para reivindicar de una vez por todas el outing de todo católico apostólico y romano que sea maricón y no hable en alto contra la jerarquía. Y especialmente de los curitas y, sobre todo, de esos obispos que ahí están, formando parte de la Confe, y tan maricas como los otros.
A ver, ositos... Ahora que hay tanto club que hasta celebra cumpleaños, ahora que hay tanto bar y tanta historia, ¿no comienza a ser el momento de integrarse en las campañas de denuncia -y por supuesto de promoción de la vindicación gay- que se mueven por este país? Está muy bien que nos consideremos los más machorros de todos, incluso los más marchosos, pero la situación exige de gente que se levante y diga a las claras que ya está bien, que no hay derecho.
¿O es que como "no se nos nota" tanto, toda esta guerra no va con nosotros?
un oso en la cueva
PD: Han dejado un comentario con un enlace a una interesante noticia. FELGT y COGAM convocan una manifa el 1 de octubre en la Plaza de Chueca, a las 22 horas, para apoyar la ley del matrimonio homosexual que ese día entra en el parlamento.
Mientras tanto, hoy mismo el PP manda al parlamento una versión alternativa, un matrimonio descafeinado en el que se excluye explícitamente el derecho a la adopción. No es suficiente: el matrimonio es la figura más conveniente... Un tema del que habrá que hablar por aquí.