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Un oso en la cueva
viernes, agosto 27, 2004
 
De vuelta por aquí

Hacía demasiado tiempo que no escribíamos nada por este blog, pero es que anda uno muy poco a mano y con poco tiempo para ponerse a escribir cosas. Igual es falta de entusiasmo, o que la vida le va atropellando a uno demasiado deprisa, y estos espacios más de reflexión los vas posponiendo... hasta que pasan meses. ¿Me habré convertido en un ser completamente banal?

Y mira que han pasado cosas este verano: con los del PSOE anunciando que para el año que viene vamos a tener matrimonios homosexuales y con las monses de la Confe espantadas talmente y diciendo barbaridades: que si la libertad sexual es la causa de los maltratos, que si la culpa también la tienen las mujeres que deberían estar en casa cuidando los niños en vez de dar tanto el coñazo, que si los maricones son lo peor de lo peor porque pretenden desvirtuar el matrimonio verdadero... Mientras tanto, claro, cobrando las pertinentes subvenciones y ejerciendo de lobby en contra de los derechos humanos sin que nadie les diga nada. Bueno, que les digan, pero que aflojen la mosca. Apostasía, eso es lo que hace falta. Mucha apostasía y mucho alzar la voz, que les jode. Y que les joda.

En el mundo de los osos la cosa está, como siempre más apagada. Y no porque no se hagan cosas: cada vez que me paso por lacuevadeloso hay más noticias de nuevos bares, nuevas discos, nuevas fiestas, nuevas reuniones... hay variedad y eso está bien. Más espacios para que la gente se encuentre.

Paradójicamente (o no tanto, como veremos), el "ambientillo" no mejora precisamente con estas nuevas oportunidades. Me van llegando noticias, o constato directamente, que cada vez hay peor rollo, especialmente en las grandes ciudades donde más oportunidades hay. Por ejemplo, me cuentan en en la ciudad A el club de osos la tiene tomada con el bar X, que resulta ser de osos, y con la menor excusa se monta alguna tirantez o mogollón. Que llega, incluso, a crear situaciones tan estúpidas como que los que están cerca de la directiva de la asociación de A no pasan por el bar X más que a escondidas, y como pidiendo perdón. O que montan una fiesta y se van al bar Y, que también es de osos, o que... en fin, chiquilladas. O igual no tan chiquilladas, porque cuando te cuentan esas cosas no paran de hacer gestos, explicarte situaciones chuscas, hablar de lo que es o lo que era... Todo muy liado y demasiado confuso como para extenderme en ello.

Siempre hemos defendido aquí el asociacionismo, en general y sobre todo cuando hay que reivindicar, ayudar socialmente y pasárselo bien. Pero me da la sensación de que los clubs de osos son más bien unos clubs sociales en los que fácilmente se puede caer en el elitismo. O que en el fondo pueden ser unas empresas "encubiertas" para montar fiestas (actividades en el fondo más comerciales que otras cosas). Ojo, me parece perfectamente lícito todo esto, simplemente no me interesa. Me interesan más clubs que tengan una labor de apoyo a los que van llegando, de ir haciéndose notar en los colectivos GLBT, que se vaya dando caña, que hace falta. Llegado el caso, las fiestas están estupendamente, y pueden llevar una vida paralela sin problema. E incluso permitir que la gente se haga unos dineros. Si les funciona, si el producto que venden está bien, pues perfecto. Como consumidores, unos y otros deberemos valorar si eso merece la pena o no. Ya hemos hablado por aquí de esas cuestiones.

Lo de los bares sería otra cuestión: parece lógico que se vayan abriendo nuevos garitos, especialmente en ciudades donde la cosa osa funciona económicamente. Pero, ¿es necesario que cada vez que pasa algo así la gente tenga que optar como si esto fuera un partido político? Estoy convencido de que no: me gustan unos bares por unas razones y otros no me gustan por otras -o por las mismas. Pero ¿es necesario casarse con el dueño o los dueños del bar? Desde luego que no, aunque por aquí hay gente que no acaba de entenderlo. Más debería preocuparnos a todos la relación calidad-precio de lo que se ofrece para el ocio osuno. Por lo que he visto, permitimos fácilmente cualquier garito cutre sin instalaciones adecuadas y en los que te cobrann un pastón por la garrafa... y ahí seguimos. Está bien que haya gente que viva de darnos de beber y de ponernos sitios para pasarlo bien, pero sería conveniente exigirles más calidad. Un poco de seriedad, ¿no?

Más cosas que me han ido llegando: el asunto de los chats, especialmente del queridísimo y viejito canal #gay_osos del IRC Hispano, donde cada día (o casi) alguien se siente vilipendiado, herido, insultado... o donde cada día (o casi) alguien abusa, insulta o amenaza. ¿Por qué? No lo entiendo, los canales de charla funcionan porque hay gente que entra a hacer cosas que les interesan. Lo malo es que cuando lo único que interesa es brillar como la más reina de todas, o joder al personal, sea por la razón que sea, no sólo se asusta a la gente que llega sin saber de qué va la historia, sino que además se consigue que la gente pase de todo. Para evitar desmanes, los canales tienen sus reglas, y sus policías (jejejee qué palabro, les llaman "operadores") que deberían conocer esas reglas y aplicarlas con suavidad y mano izquierda, pero sin permitir desmanes. Por lo que sabemos, los operadores actuales no funcionan así, sino que se mueven más bien por fobias/filias (y en cierto modo es normal, uno no siempre puede ser ecuánime). Para colmo, el dueño del cotarro decidió hace tiempo no aparecer apenas, sólo hacer un mantenimiento instrumental y muchos se creen adecuados herederos para hacer un "ordeno y mando" que no es reconocido por otros. En fin, una cosa muy tonta y muy poco relevante, pero que está consiguiendo que muchos visitantes se larguen a otro sitio. Por lo que he visto de las quejas en los foros, nadie se queja realmente de lo que más coñazo me parece (a mí, quiero decir): la puta manía de ir colocando continuamente musicas y anunciándolas, como si fuera necesario saber en todo momento los gustos (o falta de ellos) musicales de los asistentes.

Imagino que esto pasa porque la gente apenas dice nada, ni saludar... ¿Habrá forma de animar el canal sin tener que llamar a los agentes del orden? Se supone que los canales son para adultos, pero no parece haber manera.

Vamos, como con lo de las asociaciones y clubs. ¿Estamos condenados a seguir siempre los dictados de los más exaltados niñatos? Espero que no, y me consta que hay muy buena gente y muy responsable en todos estos sitios (reales o virtuales) que no se mueve a golpes de adrenalina y divismo. Pero mientras unos cuantos sigan dando el coñazo, lo cierto es que el conjunto queda muy resentido en su calidad y su interés.

Y es que es duro ser un oso en estos días...


 

Comentarios, historias y desventuras de un oso - un oso es un hombre gay a veces peludo, otras fornido o gordo, un maricón nada preocupado por parecerse al chico danone, más bien todo lo contrario

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