.comment-link {margin-left:.6em;} <$BlogRSDURL$>

Un oso en la cueva
lunes, abril 14, 2003
 
REFLEXIONES SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD, EL AMOR Y EL SEXO
( I )

Nota del "oso en la cueva": un nuevo colaborador viene a reavivar estas páginas de opinión y debate, cosa que agradecemos un montón porque a la hermana bastarde de Lisa Simpson la tenemos de baja, y el titular de esta cueva está muy poco comunicativo... Bienvenido, granuja_granuja: aquí tienes tu guarida.

REFLEXIONES SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD, EL AMOR Y EL SEXO ( I )

A diferencia de la famosa disyuntiva shakesperiana, siempre he creído que el problema no radica en ser o no ser homosexual, sino en la forma que decidamos serlo. Ya sea como una situación dada que no tiene remedio y hay que "padecer" (en la oscuridad o a media luz, según los gustos) o como una condición de vida -que tal vez no elegimos del todo- pero que hemos decidido seguir con dignidad e inteligencia.

No se cuál haya sido la forma en que pariste tu condición sexual, la mía fue con dolor y con un profundo y largo proceso de aceptación y adaptación. Estas reflexiones, producto de muchos años, son las que me gustaría compartir contigo y - también, en un diálogo enriquecedor - saber como ha sido vuestro proceso. De ninguna manera penséis que se trata de doloridas y quejosas lamentaciones, muy por el contrario espero que sean vitales y positivas, sin caer en frivolidades y simplonerías. Creo que ya es bastante mala la reputación que tenemos, como grupo los homosexuales, de superfluos, patológicos e irresponsables, como para echarle más leña a la hoguera.
Primero, quiero aclarar que estoy en total desacuerdo con la utilización del término "gay", como una forma de etiqueta para quienes hemos optado por una vida homosexual. Aún cuando ya los diccionarios lo aceptan como un término aplicable a los homosexuales, originalmente tiene la connotación de "alegre". Cómo decía en el párrafo anterior, ignoro cómo habrá sido vuestro proceso, pero el mío lo fue todo menos alegre. Creo que la palabra como tal: H O M O S E X U A L, nos resulta demasiado fuerte, pero esa es la realidad, somos hombres que prefieren a su mismo sexo. O ¿no?

Se que, con mucho, es una palabra que asusta y escandaliza a los espíritus frágiles y sensibles. En cambio "gay" es más corta, mucho menos fuerte y mucho más amable, pero ¿no es mejor -acaso- llamar a las cosas por su nombre? ¿no encierra una mayor dignidad reconocer lo que somos y serlo sin adjetivos?

Se que muchos hemos preferido por años (hay quienes deciden permanecer así toda su vida) la oscuridad y los encuentros casuales con gente que no tiene nombre, ni apellido. Gente que nunca figurará en nuestra agenda telefónica y que por diversas razones más vale enviar al baúl de los olvidos. Nunca fue nadie, nunca tuvo más que un sexo para prestar y aliviar la tensión y urgencia de alguien que, al igual que él, nunca existió.

No estoy juzgando a nadie. ¿Con qué derecho podría hacerlo?. Sólo se, por experiencia propia, que la felicidad es mínima comparada con las crudas emocionales que hay que pagar, llenas de culpa y remordimientos. También se que la autoestima (si es que queda algún vestigio) se va al subsuelo y cae cada vez más hondo, con cada encuentro clandestino por sumar. Lo que no se, es si ¿es justo que alguien viva sintiéndose miserable por ser como es?
Ya se que habrá quienes pueden existir, por lo menos así lo podrán afirmar, sin rastro alguno de heridas de guerra en el alma. ¡En horabuena señores, felicidades!

Al contrario, algunos otros hemos decidido vivir coherentemente con nuestra orientación y aprendimos (poniendo de lado los manuales de moral y buenas costumbre) que teníamos derecho a ser simplemente lo que somos. Sin más justificación que el derecho que nos confiere nuestra calidad de seres humanos y miembros de esta gran familia, les guste o no.

Creo que el problema de fondo radica en la aceptación, que -como en el caso de los embarazos- son o no. De tal manera que una mujer puede estar o no embarazada, no existe el concepto de medio embarazo.
¿Ocurre lo mismo con la homosexualidad? ¿Se puede ser medio homosexual o medio heterosexual? ¿Las fronteras son tan nítidas?

Cualquier correspondencia será bien recibida en granuja_granuja@yahoo.com.mx
 

Comentarios, historias y desventuras de un oso - un oso es un hombre gay a veces peludo, otras fornido o gordo, un maricón nada preocupado por parecerse al chico danone, más bien todo lo contrario

ARCHIVOS
agosto 2002
septiembre 2002
octubre 2002
noviembre 2002
diciembre 2002
enero 2003
febrero 2003
abril 2003
mayo 2003
septiembre 2003
octubre 2003
noviembre 2003
diciembre 2003
enero 2004
febrero 2004
marzo 2004
abril 2004
mayo 2004
agosto 2004
septiembre 2004
diciembre 2004
enero 2005
junio 2005
agosto 2005
septiembre 2005
octubre 2005
mayo 2006
junio 2006
marzo 2007
septiembre 2007


Powered by Blogger